Si alguna vez has leído una de mis entradas de este blog, te habrás dado cuenta de la poca importancia que le doy a la parte del equipamiento, es decir, muy poca. ¿Esto quiere decir que no es importante? Ni mucho menos, pero considero que es más importante conocer la parte filosófica de la fotografía y lo que conlleva, antes que la parte técnica.
Dicho esto, no puedo ser hipócrita y dejar de lado la cuestión de las cámaras y los objetivos por un sencilla razón, ¡me gustan! Entiendo que si estás aquí, a ti también. Es lógico, puesto que es divertido el cacharreo - si me permites la expresión - y jugar con estos aparatos.
Ahora bien, esto no nos puede distraer de lo verdaderamente importante, la fotografía. Como diría mi amigo y maestro Carlos Permuy " a un pintor no le preguntarías con qué pincel ha pintado ese cuadro". Esto es curioso ya que es muy frecuente dentro de este mundo de la fotografía, que se pregunte acerca de esta cuestión. Ojo, no me parece mal, está bien satisfacer esta curiosidad técnica, pero no debe pasar más allá de ser una mera curiosidad.
Volviendo al título de esta entrada del Blog, os hablaré de mi lente favorita, así como sus ventajas y cuáles han sido sus inconvenientes a la hora de su uso.
En primer lugar, deberíamos hablar sobre que es mejor, zoom o lentes fijas.  Sobre esta cuestión, hay muchas opiniones en internet. No creo que aporte nada nuevo al respecto, aún así, daré mi opinión. Mi respuesta a esta cuestión es básicamente que "depende". Sí, depende del uso que le vayamos a dar al zoom o al lente fija. Si eres un profesional del fotoperiodismo, o de deporte, o incluso lo que actualmente se llama "Birding"; no podrás ir con una lenta fija porque su uso no está justificado. Es decir, podrías, pero no sacarías la foto de ese pajarito que está en un árbol a 250 metros de tu posición.  La lente fija, en este caso, haría que mi enfoque sobre ese trabajo de "birding" fuese radicalmente distinto, en mi caso documentaría cómo vive la comunidad de personas que se dedican al avistamiento de pájaros.
Sin embargo, y aquí es donde entra mis preferencias personales, si nuestro trabajo consiste en realizar proyectos pausados, fotorreportajes, o incluso captar imágenes en las que disponemos de un tiempo relativamente "largo", lo mejor es una lente fija. Obviamente, depende del proyecto. No es lo mismo documentar la vida tranquila de un pueblo de Albacete que documentar la vida animal en la Sabana Africana, entre animales felinos peligrosos.
Bien, ya va quedando claro que no hay que ser -como dicen los jóvenes - hater del material. Al final, son herramientas de trabajo que nos permiten alcanzar nuestros objetivos.
Vale, pero aún no he dicho cómo es mi lente fetiche, con la cual disparo el 99% de todas mis imágenes. 
En mi caso es una lente fija, de 28 mm, de enfoque manual (no es imprescindible que sea manual). Es bastante antigua, tanto que la apertura del diafragma no está automatizada por lo que también es manual. 
Es una lente lo suficientemente abierta para poder contar. Si estamos documentando, nos interesa contar, no cerrarnos a la vida.  Al ser abierta -angular - nos obliga a acercarnos. Como dice José Manuel Navia "yo no me hice fotógrafo para mirar la vida desde lejos". Robert Capa también nos recuerda que "si tu fotografía no es buena, es que no estás lo suficientemente cerca". Y bueno, de esto sabía un "poquito" Capa.

Robert Capa y su fotografía del desembarco de Normandía

Bien, quizás te dices a ti mismo "vale, pero de qué marca". No soy partidario a nombrar ninguna marca, pero he decir que mi lente es Sigma, y debe tener unos 20 o 25 años, o quizás más. Es muy antigua, pero tiene un enfoque muy bonito y dulce. A mi personalmente me gusta muchísimo.
Y ahora lo más importante, ¿por qué? Bueno, las razones se basan en los beneficios positivos que nos transmiten a la hora de usarlos.
- En primer lugar al ser una lente fija, nos obliga a adaptarnos y aprender a utilizar esa focal, de manera que con el tiempo llegamos a "mirar" con esa focal y sabremos sin necesidad de mirar por el objetivo qué entrará y qué no entrará en la imagen.
- Otro aspecto importante, es que al no ser un zoom, nos obliga a acercarnos - antes puse lo que opinaba Capa al respecto - por lo que podríamos decir que el zoom son nuestras piernas.
- Una cuestión importante es su focal, es lo suficientemente abierta para contar mucho en la fotografía, pero sin llegar a deformar excesivamente, por lo que es relativamente fácil aprender a domar este objetivo.
- Componer con el 28 mm siempre será más fácil que componer con una lente más angular ya que entrarían más personajes u objetos y costaría más hacer la composición.
- Nos obliga a ser creativos, en una época en la que todo es rapidez y ayudas tecnológicas, este tipo de lentes manuales nos ayuda a "trabajar" esta creatividad que tan fácilmente se pierde con dichas ayudas.
- Nos ahorramos un peso excesivo. Es decir, es una lente ligera, y no tendremos que cargar una mochila con más lentes y objetivos, que realmente nos distraerán de nuestra sesión y para colmo nos harán perder más momentos.  La espalda lo agradecerá.
- Es chiquitita, ya que no tiene motor de enfoque, por lo que siempre será más discreta y no daremos ese aspecto de profesional del que la gente rehúye tan fácilmente.
- Relacionado con la creatividad, nos ayuda a tomar nuestro tiempo, incluso a prepararnos para la foto que tenemos en mente.
- Es más rápida que el enfoque automático. Sí, aunque  no te lo creas, así es, puesto que si tu sabes ajustar el foco y calcular la distancia de disparo a ojo, siempre estará enfocada. Es cuestión de práctica.
- Es más económica que las lentes automáticas y modernas. 
Creo que son suficientes razones para que adore esta lente. Pero también tiene sus aspectos negativos, que en mi caso, no son muchos, pero igualmente los detallaré.
- Debido a que es una lenta que obliga a acercarme ( a veces a alejarme), puede suceder que en ocasiones pierda una captura. No siempre se puede conseguir la imagen que se tiene en la cabeza. En situaciones en las que hay obstáculos de por medio, o si la orografía es insalvable, puede que  no esté lo suficientemente cerca. 
Y... no se me ocurren más aspectos negativos de esta lente, para mis necesidades. He decir, que este aspecto negativo hay que convertirlo en positivo rápidamente, ¿cómo? Pues dándole una vuelta de tuerca  a esa imagen que tenemos en la mente, mirando desde otro ángulo, desde otro lado, dando un enfoque (metafórico) diferente, hasta conseguir la imagen ideal que encaje en nuestro proyecto. Vamos, lo que se conoce como "Machacar el filón" - del que ya hablaré en otra entrada de este blog.
Si aún así es imposible, pues igual es que la imagen no debe estar en el proyecto...al menos por ahora.


¿f2.8?

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