Actualmente estoy trabajando en 3 proyectos simultáneamente, y además, en una pequeña serie de proyecto topológico. Uno de estos proyectos es un documental social, en el que se necesitan tres cosas: Tiempo, Acceso y Permiso.
El tiempo no es un problema per sé, simplemente hay que tener paciencia, y no hacer caso a las redes sociales – cuyo único objetivo es obligarnos a publicar todo inmediatamente a costa de un like – sin embargo, el acceso y el permiso son dos cuestiones más complicadas.
En muchas de las situaciones me estoy encontrando, que el permiso no es una dificultad excesiva. No puedo decir lo mismo del acceso. Al fotografiar situaciones un tanto vulnerables para según que personas, se complica muchísimo.
¿Cómo lo estoy resolviendo? Pues lo primero de todo con educación. Explico qué estoy haciendo y por qué lo estoy haciendo. Otra cosa que me está funcionando, es mostrar mi “prueba de impresión” de mi primer libro Arena. Aunque sea autoeditado, mostrar las imágenes en un formato impreso con una cohesión y con una historia que lo sustenta, cambia la percepción del receptor. Jamás muestro mi teléfono para enseñar imágenes.
Generalmente, cuando ven un trabajo materializado en algo físico, más allá de un archivo de 1 y 0, me suelen abrir las puertas, me invitan a pasar un rato con ellos e incluso son muy agradables.
En un futuro, cuando finalice este proyecto en curso y lo muestre, haré también una entrada con la investigación, las notas de campo y conclusiones que he obtenido de este trabajo.
Mi conclusión es que el formato impreso me está ayudando mucho más. También observo un cierto recelo por parte de los sujetos debido al daño que se ha hecho con las redes sociales. No todo vale.