Sebastiáo Salgado podrá gustarte más o quizás menos, pero es indudable que sus fotografías enganchan, sus proyectos son muy llamativos, incluso a los ojos de aquellos que no tienen pasión por la fotografía. Sebastiáo, tiene un estilo muy llamativo y curioso, sus imágenes son en Blanco y Negro, y eso, en la fotografía de naturaleza y paisaje, no es nada habitual.
Analizando su obra se pueden discutir muchos aspectos, algunos podrían llegar a ser dignos de debate, incluso extensibles a otros fotógrafos, como los de guerra mismamente. ¿Su obra es magnífica porque está situada en sitios increíbles y únicos o porque realmente es un fotógrafo excepcional? ¿La financiación hace que puedas realizar estos proyectos con el éxito que él ha tenido o realmente hay algo más? Y así con muchas otras cuestiones que surgen al mirar sus trabajos (y la de otros fotógrafos). Aunque es incuestionable que es un fuera de serie, único en su especie.
Salgado, muestra una naturaleza abierta, cruda, con paisajes que todo fotógrafo soñaría con fotografiar, con una procesado de sus imágenes exquisito, un BN que es una delicia de ver. Los aspectos técnicos se notan que están cuidados al máximo. Pero Salgado va mucho más allá de eso y hace que sea irrelevante cualquier otra cuestión planteada acerca de su obra.
Sin embargo, viene bien para aprender una lección. Una lección, que lamentablemente hemos olvidado por completo, y que nos pone en nuestro sitio cuando reflexionamos acerca de él y su fotografía.
A diferencia de los "fotógrafos" que pueblan las RRSS, que creen que el equipamiento lo es todo - a pesar de que van dando lecciones de que no es así pero aprovechan la mínima oportunidad para venderte su flujo de trabajo, o promocionar la última cámara de la marca que les patrocina, o venderte el "Eliminador de Ruido Automatic 2000"- que solamente piensan en el ego que va asociado a los "likes" y a las estadísticas de las visualizaciones que reciben casi con placer onanista, Salgado nos enseña una cualidad que prácticamente ha sido, no ya olvidada, sino repudiada y vilipendiada, la perseverancia.
No nos engañemos, podrían parecer proyectos muy fáciles de realizar (a fin de cuentas los paisajes no se van a mover), pero nada más lejos de la realidad. Sus proyectos son de muy larga duración, de unos 10 años de media. Muy pocos estarían dispuestos a embarcarse en algo así, no solo financieramente sino familiarmente. ¿Cuántas semanas sino meses habrá estado fuera de su casa, lejos de su familia, embarcado en un destino remoto del mundo, con los peligros que ello conlleva?
Es en este punto, donde muchos, "fotógrafos" morirían, metafóricamente, ahogados en un mar de ansiedad y prisas por publicar y recibir los deseados "likes" que tanta dopamina generan.
Pero la cuestión, va mucho más allá, ¿imaginas estar 10 años de tu vida recopilando fotografías sobre un mismo tema, y al final del trabajo, en la fase de edición (selección y orden de imágenes) tener que desechar un 90% de ellas porque no encajan, o no son lo suficientemente buenas para el proyecto? Es muy duro desechar una imagen que se ha hecho ya que se crea una conexión emocional. Has invertido tiempo, dinero y emociones para al final borrar o, al menos no seleccionar esa imagen. Esto no es apto para cualquiera.
Aprendemos gracias a su obra, la importancia de una buena gestión del tiempo que invertimos, a no desviarnos con otros proyectos o ideas que puedan parecernos más aburridos. Puede que Salgado haya tenido momentos de aburrimiento en sus proyectos en curso, a fin de cuentas es humano, pero estoy plenamente convencido que al final ha ganado su imagen mental de cómo quiere que sea su proyecto al final del trabajo.
¿Cómo gestionar entonces un proyecto de larga duración?
Antes de nada, hay que entender que los proyectos pueden evolucionar, y de hecho lo hacen, que pueden incluso llegar a entremezclarse con otros proyectos o ideas, pero lo que hay que tener presente son una serie de cuestiones que deberíamos tomarnos muy en serio para tener éxito en un proyecto de larga duración. Y con éxito no me refiero a hacernos famosos, sino a finalizar el trabajo y verlo materializado en un libro, una exposición, una revista, o cualquiera que haya sido nuestro objetivo.
-El primero aspecto es tener muy claro que queremos fotografiar. La idea en sí misma ya es el proyecto.
-No desviarnos del tema ni dejarnos encandilar por opiniones externas de personas que realmente no saben de qué estamos hablando. Es decir, seguir fiel a nuestros principios y nuestra idea-objetivo.
-Tomarnos en serio la fase de investigación y documentación.
-Ser realistas, no somos Salgado ni tenemos sus medios ni su popularidad para financiar proyectos de ese calibre.
-Nuestros proyectos deben tener tres aspectos que deberíamos poder cumplir: Tiempo, Permiso, Acceso.
-La localización es importante, cuanto más cerca, mejor, más podremos ir investigar, sacar fotos, documentar, etc. Seguro que a tu alrededor hay infinitas cosas que son interesantes. Sólo hay que abrir los ojos y la mente.
-Paciencia. Tener mucha paciencia, volver a machacar el filón una y otra vez, sacar muchas fotos. Recuerda que al final tendrás que hacer una criba importante y cuantas más fotos tengas, mejor.
-Escribe un cuaderno u hoja de ruta para intentar no desviarte del camino. A mi personalmente es una opción que me gusta mucho.
-Documenta todo en un diario de trabajo, podrás demostrar que tus ideas son genuinas y tuyas, y te servirá como soporte de tu documentación.
-Marca en tu calendario las fechas que tienes planeadas para el inicio/fin del proyecto. Casi con toda probabilidad tendrás que moverlas, pero siendo fieles a nuestro trabajo, seguramente no se desplazarán tanto como puedas imaginarte, al menos en muchas ocasiones.
Por supuesto, esto no quiere decir que un proyecto deba durar 10 años, ni mucho menos. Los hay que pueden ser cortos, como por ejemplo un evento que deseemos cubrir en caso de realizar fotoperiodismo, o proyectos más largos, como los de Salgado, o incluso Michael Ackerman, que también se toma su tiempo para finalizar sus trabajos (7 años en algunos casos).
Sea como fuere, es ineludible la fase de la investigación, hay que estar preparado tanto a nivel pedagógico como a nivel financiero y logístico. Obviamente no todos los proyectos van a requerir una logística muy avanzada. No es lo mismo fotografiar una evento que se repite cada año en tu ciudad, que irte a la Patagonia a fotografiar valles y montañas, o a Papúa a fotografiar a los Yali con su koteka en el pene.
La lección más importante, que podemos obtener es a ser perseverantes, creer en nuestro proyecto y no hacer caso a aquellos que quieren "mejorar", o no, nuestro trabajo. Olvídate de las RRSS, de los likes, y de cualquier otro medio que te distraiga y focaliza tu atención y esfuerzo en mejorar y aprender.
"En Génesis, perseguí un romántico sueño y encontré, y compartí, un mundo intacto que con demasiada frecuencia queda más allá de nuestra vista y fuera de nuestro alcance".
Sebastiáo Salgado.