¿Cómo debería ser un reportaje de boda, bajo mi humilde opinión? Bueno, en primer lugar, y eso está claro, habría que estudiar los gustos del cliente, y ver si hay sintonía entre ellos y el fotógrafo. ¿Por qué? Esto es necesario dado que mi forma de entender un reportaje de bodas es algo distinto a los cánones actuales.
Debe estar lejos de las redes sociales, un reportaje debe ser algo pausado, íntimo (no quiero decir que no se deba mostrar), estudiado, que cuente una historia, y debería ser finalizado con un libro, que será único en su especie, ya que cada historia es diferente y única. Ahí radica la belleza y potencia de la literatura. Sí, escuchas bien, literatura. La fotografía está realmente cerca de la literatura, mucho más que de la pintura, a pesar de lo que creen erróneamente muchas personas
Sin embargo, considero esencial ampliar el proyecto, porque definitivamente es un proyecto fotográfico en el que hay invertir tiempo, contar de dónde vienen y cómo viven los novios antes de la boda, y por supuesto, después del evento.
Este proyecto puede tener imágenes de todo tipo. Fotografías que identifiquen y den contexto, no sólo al evento, sino también a la pareja y sus familiares más cercanos y amigos, fotografías de tipo documental en las que se narren los hechos más relevantes y que definitivamente marquen hitos en la historia que estamos contando. También hay cabida para posados individuales, en grupo, y en pareja por supuesto. Fotos abstractas o al menos semi-abstractas, es decir, primerísimos planos que expliquen detalles (o quizás no), o que reflejen un devenir a través de una lenta obturación.
Las imágenes ligeramente desenfocadas -a pesar de que tienen un encanto especial y que suelen transmitir sensaciones “al aislar la vista” dejándonos percibir otros sentidos y momentos- pueden ser muy controvertidas para el cliente, ya que dependen de la formación fotográfica que pueda tener nuestra pareja, con lo cual, sería ideal contar con su apoyo.
Pero hablemos de narrativa fotográfica aplicado al reportaje de bodas. Lo cierto es que se puede hacer casi cualquier tipo de narrativa, pero parece apropiada la “Narrativa Cronológica”, o incluso “In Media Res”, a fin de cuentas, contamos una historia ya empezada hace mucho tiempo.
Los Tropos y Tramas son recursos literarios que no debemos dejar de lado, ya que son muy potentes. Tropos como la metáfora y la yuxtaposición se hacen casi indispensables, al igual que las elipsis, secuencias, juegos ópticos, o cualquier otro tropo o figura retórica que se pueda detectar. Mis favoritas, sin lugar a dudas, la metáfora y la yuxtaposición.
El ritmo de la historia es un aspecto a cuidar, pero se da en la edición y secuenciación del proyecto. Al igual que una novela una película, un reportaje, tiene un ritmo visual a través de los estímulos y los componentes que ponemos en las imágenes. Se pueden realizar distintas variaciones en el ritmo creando desde ritmos simples, hasta ritmos más complejos, casi, como en una película en la que la trama se complica, se resuelve parcialmente y se vuelve a complicar más aún. Es más que probable que estos ritmos complicados sean más difíciles de conseguir ya que una boda no es un evento guionizado. Sin embargo, un ritmo sencillo, es totalmente asequible. De esta manera conseguiremos que no se nos duerman nuestros lectores.
La finalización del proyecto, debería basarse en la creación de un libro. Cuando digo libro, no me refiero a un simple álbum de fotografías, sino a un foto-libro, editado y secuenciado, único en su especie como tal, en el que no sólo se cuenta la historia de los novios a través de las imágenes, sino que se puede combinar con relatos escritos de ellos mismos, amigos y familiares, creando una experiencia en su lectura casi única.
Te aseguro que de esta manera tendrás un recuerdo singular y muy poco frecuente a lo que se ve en la actualidad, en la que abundan las fotografías mayormente de apariencia económica. Considero que estas historias son todas en sí mismas dada su naturaleza, por lo que cada proyecto es totalmente único y, además, irrepetible.